16 de abril de 2007

VIERNES

Viernes Santo
Suena el teléfono - 10:02 AM

Desde que comenzó el día, los recuerdos de cartas, conversaciones, llamadas telefónicas, de planes (que no se hicieron), de promesas (que no se cumplen) la hacen dar muchas vueltas en la cama. En pocos minutos, se encuentra con la misma ansiedad, con la sonrisa incontenible de hace dos años.
Nuevamente esperando, con las mariposas revoloteando en su vientre, con el pelo suelto, con la piel tersa, como ese viernes de verano agosteño, urgiendo un abrazo, la mirada que le escudriñe el alma. Igual, sonríe. Sueña despierta (duerme quizás). La despierta en el mejor de los sueños, escucha su voz y no sabe de donde le hablan, si es o no un sueño. Él siempre piensa en ella, es innegable. Ella con el teléfono en la mano, sonríe y se convence que está despierta. Desayunan juntos – ella no puede escapar de su mirada. Él lee en su cuerpo un poema mañanero. Unos minutos de silencio. Sonríen.

Un viernes después…


Suena el teléfono - 11:20 AM

Nuevamente se ponen de acuerdo.
No es amor, pero se aman.
¡Bendito viernes!

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